¿Por qué los chinos quieren ser guapos?

Los chinos quieren ser guapos. Con su nivel de desarrollo se han dado cuenta que la belleza es muy importante. La tecnología suele ser un aliado para las personas pero en este caso perjudican seriamente a los feos. Weixin, Weibo, Ren Ren, video Chats, películas, tv, cine, son los culpables de que un muchacho o muchacha ya no se considere guapo en su pueblo natal de Henan. Ahora los chinos ven en el cine películas de Donnie Yen, Bai Ling, Zhang Zilin, y quieren ser igual de guapos que ellos.
Podemos añadir que genéticamente es probable que los ricos sean en promedio más guapos  que los pobres por término medio. Y esto se acentúa con la ayuda de la tv, es decir, que los guapos se juntan con los guapos y la herencia de la belleza pasa a sus hijos siendo ahora un activo económico muy importante.

La belleza en el mercado laboral

El concepto de belleza ha llegado hasta el mercado laboral en China. Un chino guapo tiene más posibilidades de conseguir un buen trabajo que un chino feo. Las oportunidades laborales,  ascenso y salarios son mayores. Esto pasa en todo el mundo. Los ingresos de los feos son menores en tanto que la renta de los guapos aumenta conforme su belleza. Es lo que se puede llamar capital-belleza. En Shanghai la penalización en el mercado laboral, por ser feo, para los hombres es de -25% y +3%. Y para las mujeres son de -31% y +10%. Es decir, cuanto más feo seas, menos sueldo tendrás, y cuanto más guapo seas más dinero ganarás en el trabajo. Esta correlación entre la belleza y la renta pasa en cualquier país rico.
China ha pasado en tres décadas de una economía primaria a una economía casi terciaria. Aunque la industria sigue teniendo un peso importante, la economía de servicios va avanzando.
Para un obrero o para un trabajador chino que esté en una fábrica, el activo “belleza” no es tan importante en su trabajo. El empresario contratará a un empleado chino por su valía y sus habilidades. Pero el sector servicios es cada año más importante en China. Y los 8 millones de estudiantes universitarios que salen cada año de las universidades chinas van a trabajar en ese sector. Y en el sector servicios, como comercial, banquero, periodista, traductora, vendedora….etc, el factor belleza es importante.

Aumento de las ventas de cosméticos, ropa extranjera, joyas

Cada año los chinos consumen más productos de belleza para adquirir ese valor económico capital-belleza. Ya no es sólo productos cosméticos, sino también ropa de marca, joyas, gimnasio, etc.  En occidente hubo un tiempo en que la tez pálida era un rasgo femenino de belleza ya que quien la tenía no estaba obligada a trabajar en el campo. Más adelante, la tez morena se consideraba señal de belleza conforme el trabajo en ambientes cerrados (fábricas, empalidecía la piel de los trabajadores) por lo que sólo la gente adinerada poseía una vida más libre y natural. En Asía, se han quedado con la tez blanca, e incluso las chinas se blanquean la piel con cosméticos.

Así que, ya no es suficiente para un estudiante chino invertir en su formación académica, idiomas, para sobrevivir económicamente en una economía cada vez más orientada hacia el conocimiento y la tecnología, sino que también tienen que invertir en su culto al cuerpo y belleza personal. El aumento en el sector servicios empuja a la juventud a invertir más en su belleza.

Carrera de fondo por ser el más guapo

Todo esto puede convertirse en una carrera de “todos contra todos” porque la medición de la belleza es la proporción del dinero en cosméticos, joyas, y buena ropa que te has gastado. Los chinos compran más ropa occidental cada año intentando diferenciarse del resto. Los gastos de los chinos en capital-belleza irán aumentando ya que hay millones de chinos que quieren conseguir un buen trabajo y con un buen sueldo. Está carrera de todos contra todos, hará que el feo siga siendo feo y el guapo siga siendo guapo. Tu cantidad de belleza no aumenta y si lo hace tu gasto en ella. El gasto en estética sí tiene sentido económico aunque no tenga rentabilidad económica desde un punto de vista individual. Si uno no invierte en belleza y los demás si lo hacen, el que no lo hace se va quedando rezagado en esa carrera por la belleza. Esto hace que este «bien de lujo» se convierta en un «bien necesario» y su curva de demanda sea inelástica. Para el empresario que venda cremas antiarrugas o ropa de marca a la moda no dejará de vender ya que nunca quedará satisfecho el bien de belleza del consumidor, y no dejará de comprar por miedo a quedarse atrás en la carrera por la belleza. El precio del cosmético puede aumentar y el cliente chino seguirá comprando el bien.

Lo razonable sería invertir un mínimo para no quedar muy rezagados en la carrera del culto a la belleza, pero sin descuidar nuestra inversión en formación y experiencia profesional.

Pero en China sucede todo lo contrario. Muchos/as deciden dejar los estudios y dedican sus recursos en aumentar el culto a la belleza, ya sea para ser modelo, actriz, meretriz, etc. Su objetivo es triunfar en un mercado de trabajo muy particular en donde la belleza es un bien de mayor valor que la formación académica.