Que yo recuerde, China siempre ha sido el país con más habitantes de la Tierra. La proporción en época de cristo rondaría la mitad de la población mundial. Oficialmente, ahora es del 19%. Las últimas estimaciones, de la tarea imposible que es censar a los ciudadanos chinos, en 2014, dio un total de 1.384.694.199 chinos viviendo en China. A esto, yo le sumaria unos 100 millones de personas que no respetan la Política del Hijo Único y están escondidos, más otros 50 millones que se despistaron y no acudieron al censo. Total, yo creo que hay unos 1.550 millones de chinos en China. Y a esto, le puedes sumar otros 100 millones de chinos expatriados en países del sureste asiático y demás. Según la ONU hay siete mil millones de personas en el mundo. Vamos que un 24% de la población mundial es de origen chino. Si sumamos todos los asiáticos llegan hasta el 59% de la población.
Pero vamos con China. Su población represente el 24% de todas las personas que viven en la Tierra pero sólo posee el 6,4% del territorio en el mundo. 24% gente Vs 6,4% terreno. Esto es un problema. Por eso, no es de extrañar que haya gente que se haga la misma pregunta que la del título de este post.
Esta foto me impactó. Dentro de ese círculo viven más personas que fuera de él. Lo que es todo la región asiática, curiosamente la región más dinámica en estos momentos.
Que dicen los economistas
Economistas Malthusianos
El economista más famoso en relación con los problemas, que atañe una sobrepoblación para la economía mundial, es el economista inglés y filósofo Thomas Malthus. Malthus basaba su teoría en el crecimiento limitado de la población y el agotamiento de los recursos naturales. Con un desorbitado crecimiento de la población, sin control, los recursos naturales de la tierra se agotarían. El factor tierra es limitado y, por tanto, congestionable. Los recursos naturales, los alimentos que da la tierra no soportarían un crecimiento “geométrico” de la población. Todo esto lo plasmó en un libro que publicó en 1798 quedándose para el resto como la teoría malthusiana. Incluso, factores tan catastróficos como enfermedades o desastres naturales vendrían bien para la reducción de la población.
Décadas después aparecieron más economistas llamados “neomalthusianos” que son como Malthus pero con teorías más radicales. No basaban sus teorías tanto en el plano económico como lo hacía Malthus sino en el plano social. Más nacimientos de hijos en familias numerosas sin recursos haría que aumentara la miseria de la población con lo que causaría problemas de convivencia y revoluciones sociales.
Podéis ver en este gráfico, como la población mundial ha ido aumentando desde que en 1798 Malthus escribiera su libro catastrofista “Ensayo sobre el principio de la población”. De mil millones, hemos pasado a siete mil sin que las predicciones de Malthus se hayan hecho realidad.
Otros economistas valoran más la producción del trabajo
En cambio hay otros economistas con una visión completamente radical al que tenía Malthus y sus discípulos. Son una rama de economistas que no basan tanto el crecimiento de la riqueza de un país por sus recursos naturales o de extensiones de tierras como en su productividad del trabajo. Los países no se hacen más ricos extendiendo sus territorios sino haciendo cosas productivas y útiles.
Fue un siglo más tarde (XIX) cuando los economistas introdujeron las matemáticas en sus ecuaciones econométricas. Se enfocaron en cómo medir la productividad del trabajo y estudiar los comportamientos del consumidor a la hora de comprar. Quesnay empezó a interesarse por el nuevo fenómeno del proceso de producción. Matemáticos y economistas como William Petty y Cournot, desarrollaron cálculos para explicar la conducta de los consumidores y empresas. Se introdujeron conceptos nuevos como Coste marginal o Utilidad marginal. Estos economistas no tenían en cuenta el factor tierra o recursos naturales como crecimiento de la riqueza de un país sino que sólo se basaban en la producción y productividad del trabajo del individuo.
Problemas de una super población en China
El gobierno chino se enfrenta a varios problemas de sobrepoblación que tiene que solventar. Cada vez que un país tiene problemas de abastecimiento de recursos o cualquier cosa que cause un problema por la sobrepoblación, los economistas Malthusianos se frotan la manos. Y se concentran específicamente en el caso de China o en muchos casos, también Japón. En Japón por ejemplo existe el término de hacer “huelga a la japonesa”. Los trabajadores japoneses cuando quieren hacer huelga no dejan de trabajar, al contrario, hacen más horas y fabrican más de lo necesario. De esta forma, el empresario tiene problemas de stocks en sus almacenes. El terreno en Japón es muy valioso y costoso para las empresas. Lo que consiguen es que los fabricantes de coches tengan que tirar sus nuevos modelos literalmente al mar por falta de espacio.
China tiene otros problemas:
- Migración de la población rural a las ciudades
- Dar cobertura a una educación universal
- Ampliar el sistema sanitario en todo el país con una población más envejecida.
- Escasez de recursos naturales y contaminación de aguas y alimentos.
La densidad de población en China es de 140 personas por kilómetro cuadrado. Es la media oficial en todo el país, pero la cosa se agrava si nos desplazamos a algunas de sus ciudades. En Shanghai, por ejemplo, llega a los 3.700 personas por km2. Según algunas estimaciones, en el 2035, el 70% de la población en China vivirá en ciudades concentrada en la costa este del país. Por eso, casi cien ciudades en China han superado el millón de habitantes.
El gobierno chino tiene una solución
El aumento de la población en China tiene unos costes muy grandes para el Estado ya que tiene que invertir cada año más en recursos que tiene que fabricar o comprar. Hace décadas que el Gobierno chino es consciente de este problema y por eso han tomado algunas medidas como la implantación de la política del hijo único. Una política de natalidad controlada para que familias no puedan tener más de un hijo. En algunos casos se permite un segundo hijo y para minorías étnicas esta política de natalidad queda exenta. Aquí explico mis razones de por qué el gobierno abolirá esta política de natalidad restrictiva en un futuro próximo. Por lo menos, en las grandes ciudades las familias se acogerán voluntariamente por el simple encarecimiento de educar a un hijo. En la China rural, la cosa cambia, incluso la política del hijo único puede ser perjudicial para la economía agrícola ya que cada año habrá menos manos, especialmente varones, para cultivar la tierra.
También podéis leer como los científicos chinos en la época imperial desarrollaron un Calendario chino de embarazo para conocer el sexo del bebé. Así se buscaba el nacimiento de un hijo varón.
Otras soluciones posibles
El gobierno chino implantó la política del hijo único para controlar el crecimiento de la población china. Una medida muy discutida pero que los economistas malthusianos y neomalthusianos aplaudirán por ello.
Existen otras medidas menos agresivas que podrían funcionar y redistribuir la densidad de población china. Una de estas medidas es la compra de terrenos aparentemente inhabitables o que no tengan un valor económico en cuanto a geolocalización o de recursos naturales. Gran parte del territorio de Mongolia está inhabitado. El gobierno chino podría alquilar estos terrenos al gobierno mongol por varias décadas.
El gobierno chino, también, podría fomentar la emigración a otros países, continente africano, Rusia, o países latinoamericanos. Los países receptores tendrían que tener algun beneficio para abrir sus fronteras, y eso se podría conseguir firmando acuerdos comerciales y económicos.
Irene Castañeda says
Desde un punto de vista económico, crear un producto encaminado a la población asiática daría más beneficios que casi cualquier otro producto.. encontrar qué es lo que les llama más la atención o «necesitan» y exportarlo a China u otros lugares asiáticos. La pregunta es qué!? 🙂 haha
Diego Quiñones says
Realmente ya hay de todo en China. Lo que hay que hacer es vender cosas de calidad, de alto valor añadido.