A lo largo de la historia, el pueblo chino ha sufrido mucho, y en especial las mujeres. Desde épocas imperiales, las mujeres eran más bellas si tenían pies pequeños. Un fetiche del hombre que le resultaba sexy por aquellos años. Pero no dejaban que la naturaleza dictaminara si la mujer crecía con pies más pequeños o grandes. Esa forma era incontrolable, por lo que vendaban los pies a las niñas cuando apenas tenían 5 años.
Tradición de vendar los pies
Se cree que se empezó a vendar los pies en la dinastía Tang (618) de forma voluntaria por las mujeres para cortejar a los hombres de aquella época. Gustaba mucho y se popularizo entre las mujeres, queriendo vendarse los pies para que tuvieran una forma parecida a la media luna. También se conoció con el nombre de “pies de loto”. Años después se extendió la moda y empezó a formar parte del ritual de la mujer para sentirse bella. Incluso, se empezó a marginar a las mujeres que calzaban un pie grande con la dificultad de contraer matrimonio o ganarse la vida.
El dolor del vendaje imposibilitaba trabajar, por lo que hay que decir que, esta tradición se hacía entre familias adineradas ya que se podían permitir el lujo de dejar a su hija en casa sin trabajar el resto de su vida.
Técnica de vendar los pies
Lo que se hacía era cortar las uñas de los pies a la pequeña, y se le lavaba en un cubo para que se ablandaran los dedos. Más tarde se le rompían todos los dedos de los pies (excepto el dedo gordo) y con un vendaje se juntaban hacia la suela del pie. Luego se le calzaba en un botín de 10 centímetros.
El vendaje se iba cambiando, pero este proceso duraba unos diez años hasta que cogiera forma el pie.
Sólo el dedo gordo y el talón eran las únicas partes que tocaban el suelo al andar.
Efectos económicos
Como dijimos, está práctica de vendaje, ayudaba a las mujeres a contraer matrimonio más fácilmente pero, por el contrario, condenaban de por vida a la mujer a no trabajar. Andaban mal y no eran útiles para las labores de campo. Se perdía una mano de obra muy importante en aquella época ya que sólo quedaba el hombre como medio de mano de obra en las tierras de cultivo.
La labor de las mujeres se centraba en el hogar sin apenas moverse por los dolores que le causaban las deformaciones de sus dedos. La postura corporal, espalda y rodillas afectaba a su rendimiento con lo cual, la mayor parte del tiempo lo pasaba sentadas en un sillón.
Después de que cayera la última dinastía Qing, en 1911, empezó a desacelerarse esta práctica y Mao, en 1949, eliminó, definitivamente, esta tortura y prohibió esta tradición. La mujer se incorporó al mundo laboral en el campo y otras tareas. Se liberalizo mano de obra.
Por lo que parece, la última mujer con vendaje en los pies nació en 1957. Y según periodistas que han investigado este tema, todas se avergüenzan de sus pies y de enseñarlos.
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Macarena Sierra says
Fascinante e interesantísimo tema. Me ha encantado la forma de mostrar esta curiosidad. Espero tus próximas entrada. Besos.
hector says
¡ qué gran verdad es que la belleza está en el ojo del que mira !